El siguente escrito es parte de un total de 3, fue preparado por el arquitecto Carlos Costa, en referencia a una disucion interna de un grupo de amigos sobre como articular un "Urbanismo Participativo".
URBANISMO PARTICIPATIVO
1.- PORQUE
2.- CASOS DE ESTUDIO
3.- METODOLOGIAS
1.- En un sistema democrático, los ciudadanos tienen derecho a participar directamente en asuntos públicos, como son las condiciones y procesos urbanos que afectan a su vivienda, barrio, ciudad o territorio.
Urbanismo marginal para marginados. José María Molina Terrén
El problema al que nos enfrentamos hoy en día es la erradicación profunda que en el país hubo de toda participación ciudadana dado un régimen totalitarista. Esta cultura de “no opinar” quedo arraigada, no solo en los habitantes, sino también en el sistema publico en el cual se genero por mucho tiempo una especie de despotismo ilustrado moderno, en el cual, profesionales académicamente formados diseñaban a partir de los sentimientos y discusiones de la época, lo que se supone o suponen correcto, pensando que el ciudadano no tenia las herramientas conceptuales y teóricas para hacerse cargo de los problemas que lo acogían. De alguna manera esto es cierto. La gran mayoría de las personas no son profesionales en las áreas dadas, pero tienen una vasta experiencia de vida, por tanto, después de ensayos de prueba y error se hace cada ves más importante buscar el análisis ciudadano serio de problemas y propuestas sobre aquello en que se ven afectados.
Este, como todo cambio en la mentalidad de las personas, es lento y difícil, y supone un esfuerzo en los profesionales por generar las metodologías adecuadas para hacer real y certera una participación democrática. Los primeros impulsos en el pais se dieron en el campo de la encuesta y la consulta ciudadana. Se creyó como democrático hacer votaciones con respecto a preferencias y encuestas buscando intereses de las personas. Las consultas ciudadanas en realidad tienden mas a ilegitimizar las propuestas de los mismos políticos sin buscar un dialogo ciudadano valido. Por ejemplo se pregunta que prefiere, si un parque, una biblioteca, el alumbrado de una calle, o una cancha de fútbol, excluyendo de plano a la ciudadanía en el análisis inicial, en el planteamiento de un problema urbano y por tanto estos proyectos muchas veces no solucionan nada sino que buscan una aceptación política. De esta manera la urbanización en Chile esta en pañales y las voces de alarma de los mismos profesionales se pierden en el aire. Al plantear la participación ciudadana se busca un nuevo tipo de habitante, por un lado uno preocupado de su ciudad y su entorno y por otro, un agente fuerte y organizado. Hace falta un cambio cultural en el que se defina vivienda no solo dentro de las paredes de esta, sino como todo el habitar que la rodea, la vida cotidiana, el barrio, dándonos cuenta que todo esto influye en nuestra calidad de vida. Es decir, que el espacio público sea considerado más de todos que de nadie. Cuando se involucra al ciudadano en todas las etapas de un proyecto publico, desde el análisis de escenario hasta incluso la realización (contratando mano de obra local) surge un sentimiento de apropiación, de identidad e incluso de comunidad, mucho mas arraigado. La gente se organiza y trabaja por un lugar mejor y por tanto lo ama.
De buenas a primeras, no se lograra una participación ciudadana real. Las personas realmente no tienen ni la información ni la cultura para darse cuenta de cuales son sus problemas reales ni menos de cómo se podrían solucionar, por esto se necesita de profesionales cercanos y atentos (lucidos) y métodos para poder trabajar con la gente, de manera que ellos mismos vayan calando hondo en los problemas urbanos (que son quienes realmente los conocen) y dejen de lado sus prejuicios y caprichos personales.
Se puede decir que en Chile se a renunciado de alguna manera al problema urbano. Las renovaciones urbanas en su mayoría se hacen en sectores turísticos y no en los barrios. Las soluciones habitacionales consisten en general en sitios con casas, con un “área verde” en alguna parte, puesto que la ley lo exige, las cuales en general corresponden a sitios baldíos nunca arborizados ni mantenidos. Las viviendas tienden a ser estandarizadas, mínimas y en hileras de calles, no existe diseño alrededor de ellas, no hay perfil de calle, muchas veces no hay veredas y cuando las hay estas o no tienen vegetación o se colocan árboles pequeños que nunca son capaces de crecer. Con esto se manifiestan problemas psíquicos y de habitabilidad, las personas se aíslan de su entorno, no conocen a sus pares y no se hacen parte de las organizaciones vecinales.
Muchos de los casos de estudio interesantes corresponden a barrios autoconstruidos, lugares donde la gente se hace cargo de su entorno dentro de su precariedad sin pedir nada a nadie. Cuando los profesionales se hacen cargo de estos barrios lo hacen sin información, destruyendo los lugares que la gente ha hecho propios y construyendo otros que terminan vacíos. Los ciudadanos, por tanto, llevan en su inconsciente, una sabiduría intrínseca, que se denota en el hacer. Cuando se les pregunta en cambio, no saben que decir. Existe un camino que recorrer para hacer participar a los habitantes de un lugar, pero queda claro que es necesario escucharlos.
“Con la participación activa de los pobladores en la toma de decisiones sobre lo que quieren que sea su casa y su ciudad, se pueden generar en la base social nuevas potencialidades y capacidades, lograr la autovaloración personal, el cultivo de la amistad y la experiencia en organización y en principios prácticos elementales de gestión y administración”. Las organizaciones de pobladores y la vivienda Marian Simón Rojo
La participación activa de los pobladores en la toma de decisiones sobre lo que quieren que sea su casa y su ciudad, pueden generar en la base social nuevas potencialidades y capacidades, autovaloración personal, cultivo de la amistad y la experiencia en organización y principios prácticos elementales de autogestión y administración.
NOSOTROS
Arquitecto, Universidad de Valparaíso 2005
Aquí una opinión mía sobre participación ciudadana...
Muy interesante... artículo y creo que muy acertado. Pero una cosa acotaría. No debemos pensar que por ser profesionales estemos capacitados para cualquier gestión. La incompetencia es patrimonio hasta de los más cultos. Ese es un paso a dar para saber escuchar y saber aprender de nuestros profesionales y técnicos.
Eemmm osea, lo escribí mal... es al revés, quiero decir... nosotros debemos aprender a escuchar... ohhh!! se entiende, ¿verdad?